Hielo y Sonido: Un encuentro inesperado

La luz del sol comenzó a filtrarse por los párpados de un joven de catorce años y el canto de las gaviotas fus lo primero que oyó, seguido del sonido del agua borboteando y las olas del mar chocando contra el casco de madera del pequeño bote.

Firefreez F. Kôri se levantó de golpe, provocando que el bote se balanceara peligrosamente. En su mente comenzaron a mezclarse recuerdos de la noche anterior: Lorenne, los piratas, los señores Firefreez, el poder del hielo que le dio la fruta, aquel fantasma...
Finalmente, tras minutos de total blanquedad mental, Kôri se dio cuenta de lo que había pasado. Lorenne, su hermana de veintidós años, había matado a sus padres por dinero. No pudo más que llorar unos instantes, ya que todavía le faltaba para llegar a ser un hombre insensible al llanto.

Miró a su alrededor. No había nada de tierra a la vista, ni una pequeña islita, y sus reservas de comida constaban de unas frutas rápidamente perecederas, unas patatas y golosinas.
Estaba a la deriva, perdido en pleno mar. Estaba prácticamente perdido.
Tras unos minutos tratando de asimilar su situación, trató de usar nuevamente aquellas habilidades. Sorprendentemente, no le costó hacerlo, y fue capaz de congelar aquellas frutas para que no pudrieran fácilmente.

Ya llevaba unas horas solo en aquel pequeñísimo bote, y, por muchas precauciones que había tomado para racionar su comida, no había podido evitarlo. Su naturaleza de glotón le obligó a comerse todos aquellos manjares.
Su estómago volvió a rugir, aun incluso cuando solo había pasado media hora desde que se comiera su última manzana. No tenía nada que comer y estaba totalmente perdido. Había perdido toda esperanza cuando, milagrosamente, vio un barco en la lejanía. No llevaba ningún tipo de bandera, ni pirata ni marine, por lo que supuso que sería un barco mercante o algo por el estilo.
-¡Aquí, aquí! -gritó a los tripulantes del barco-. ¡Ayuda!

Melody había partido al fin en busca de su sueño, el sueño que la banda de piratas que le había inspirado no había conseguido.
Estaba navegando por el mar del East Blue, sin ningún destino aparente. No sabía muy bien donde estaba, ya que los mapas no eran su fuerte, pero su instinto le decía que yendo por aquella ruta encontraría algo interesante.
Tengo hambre... masculló. Voy a cocinar algo...

Se dirigió a la cocina de su barco para prepararse algo. Había traido bastante comida en su equipaje, asi que, una vez en la habitación de los fogones, sacó algo de carne tierna, se puso el delantal, cogió una sartén y comenzó a prepararse un delicioso filete.
¡Mmm! ¡Qué rico esta...!
No pudo acabar la frase. Unos gritos le llegaron desde el agua. Melody se sobresaltó y dejó caer el filete al suelo. Tras soltar una maldición, se lanzó hacia el ojo de buey que había en la cocina.
Ahogó un grito al ver a un niño en una barca, prácticamente a la deriva.
¡Aaah! Emmm... Ay... ¡Espera, iré a buscar una escalera, cuerda o algo!

Exclamó mientras corría en busca de algo que lanzarle al chico.

Kôri se alegro al ver que aquella chica le había oido y pensaba en como subirlo al barco.
El hecho de que todavía existieran personas buenas y amables en aquel mundo lleno de malvados piratas y marines corruptos le animaba.

Entonces recordó sus recientes poderes de hielo. Se concentró y cerró los ojos, en busca de aquel poder. Nuevamente, se sorprendió al ver con que facilidad lo controlaba. Puso un pie sobre la superficie vertical del barco, y un pequeño círculo de hielo se formó bajo sus pies. Colocó su otro pie por encima del izquierdo. Pasó exactamente lo mismo.

Poco a poco, fue subiendo por la madera del barco, con su cuerpo en horizontal y pegado gracias a las tablas congeladas a la superficie.
En poco tiempo llegó hasta el ojo de buey de la cocina, colándose dentro.

Melody salió corriendo en busca de algo con lo que subir al chico que había visto.
En los camarotes no halló nada, pero arriba, en el puesto de vigía, se encontró una escalera de cuerda.
Bajó de allí rápidamente, dando un salto. Al caer sobre el suelo formó debajo suyo una pequeña alteració del sonido, que sonaba como una tormenta, y suavizó el aterrizaje.

Entró por la puerta de la cocina con los ojos cerrados, lanzando sin mirar la escala por el ojo de buey. La escalera le dio de lleno en la cara a Kôri.
¿Eh? ¿Qué ha...? murmuró abriendo los ojos lentamente. ¡¡¡Kyaaaaaaaa!!!
Donde debería estar la cabeza de Kôri no había nada, solo una especie de muñón helado en el cuello, cosa que Melody no notó. Se puso a gritar corriendo por la habitación gritando cosas como '¡Lo he matado!' '¡Lo he matado!'

Hasta que se dio cuenta de algo. El cuerpo no se había desplomado, incluso podía notar el vaivén del tórax al respirar.
¿Qué...? ¿Cómo...? balbuceaba.

El impacto de la escalerilla le hizo perder la cabeza, literalmente. Kôri se alarmo al principio, pero descubrió una extraña sensación. No había perdido realmente la cabeza.
Con un solo pensamiento, el hielo volvió a reconstruir su testa justo donde estaba.
-¿Sorprendida? Je, je... -dijo, orgulloso-. La verdad es que yo también -masculló encogiéndose de hombros-. Hie-Hie no Mi... supongo... He leído algo sobre estas frutas: son muy raras -dijo con una sonrisa, rascándose la nariz.

Se quedó en el sitio donde estaba, esperando algún tipo de reacción por parte de la rubia, él no sabía muy bien como actuar. Entonces, recordó algo.
-¡Ah! ¡Qué maleducado por mi parte! Soy Firefreez F. Kory. Pero llámame Kôri -le dijo cerrando los ojos y esbozando una cálida sonrisa.

Al principio, Melody se sorprendió al observar como Kôri recomponía su cabeza a partir del hielo, pero enseguida sonrió, recordando que ella también era capaz de hacer aquello, solo que gracias a la música.
Tendré que llevarte a la isla más cercana... Tal vez allí alguien te conozca... murmuró haciendo caso omiso a las referencias de su Akuma no Mi o la del chico.

Se dirigió hacia donde estaba el mapa, buscando una isla habitada que estuviera cerca.
Orange está aquí al lado... musitó. ¡Vamos, chico! exclamó cogiendo a Kôri de la mano, la cual estaba fría. ¡Te llevaré al camarote donde dormirás hasta que lleguemos a la isla!

(Nazgull, nuestro 'ya sabes que' será en Orange Village. ¿OK?)

Repartidos 1 punto a cada uno. (Kori, que no se te olvide meterle color a los dialogos.. Se confunde xD)