.:Datos básicos:.
Nombre: Misart Melody
Raza: Humana
Edad: 15 años
Afiliación: Pirata
Sexo: Chica
Profesión: Músico // Nivel 2: 11 puntos
Cargo: Rango 10 (Por defecto)
Recursos económicos: Más de lo normal, pero sin llegar a rica.
Fruta del Diablo: Oto-Oto no MiEfectos: Permite manejar a tu antojo los sonidos, más concretamente la música. Puede hacerse invisible ya que el sonido es incorpóreo. Como las demás frutas Logia, es capaz de evitar los ataques enemigos transformándose en música. Utiliza sus cantos tanto para atacar como para curar, añadir valentía…
Debilidades: Es incapaz de absorber otro sonido que no sea los que ella crea, por lo que un sonido más poderoso o más intenso que el que ella provoca la dejaría indefensa, y el kairouseki, el agua, etc.
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.:Datos Personales:.
Descripción física: Su pelo es de color dorado y lo lleva suelto, muy largo. Suele ir siempre de colores amarillos y dorados. Su atuendo más común es un top amarillo con dos filas de volantes que le llegan de las caderas a los hombros, guantes de seda dorada y una minifalda de estilo escolar, pero en colores amarillos. También lleva unos botines de tela y un lazo en la parte de atrás de la espalda, de color naranja, muy voluminoso.
Descripción psicológica: Siempre suele está alegre, ya que la naturaleza de su Akuma no Mi le ‘obliga’ a mantenerse contenta. Cuando no está haciendo nada importante, canta en voz baja o tararea, suele hacerlo mientras camina, realiza algún recado… Obviamente no canta durante una conversación.
En batalla, no está exactamente feliz, pero, a no ser que peligre la vida de alguien, mantiene su encantadora sonrisa. Cuando se transforma en sonidos para esquivar, suelen ser sonidos burlescos, como pedorretas o ‘No puedes cogerme’.
Gustos: Le encanta bailar y cantar, desde muy pequeña se creyó una estrella. Le gusta el lujo y, de vez en cuando, alguna aventura para no aburrirse. Le gusta pasar frío, pero odia el calor. También le encanta la buena comida (excepto las verduras), la naturaleza y los chicos fuertes y guapos, pero a la vez amables y sensibles.
Habilidades: Las ondas de sonido que provoca pueden incluso llegar a dañar o incluso romper huesos. Sus cantos pueden llegar a ser curativos, si se lo propone.
Cualidades:
Fuerza: Inferior
Resistencia: Inferior
Agilidad: Neutro
Precisión: Superior
Carisma: Superior (Profesión)
Inteligencia: Superior
Percepción: Neutro
Fuerza de Voluntad: Superior
Sueños o metas: Conseguir Narvina, una partitura legendaria que se dice que apacigua a todos los maleantes y detiene las guerras. Muchos dicen que no es más que una legenda.
Equipamiento: Un micrófono especial fabricado por el padre de Melody, ya fallecido. Permite amplificar el sonido hasta a cuatro kilómetros a la redonda. El micrófono tiene una ruedecilla en el centro, con la que se puede ajustar a la distancia que se quiere que se oiga. No fue fabricado para la lucha, pero a Melody le va perfecto.
Historia: Nació en Conomi Island, pero antes incluso de cumplir el primer año la llevaron a la Isla Disco. Pasaron los años y Melody creció entre fiesta y fiesta, formándose también ella un espíritu alegre y discotequero.
Un día, al cumplir los ocho años, un barco con una bandera pirata apareció en el muelle. Todos los habitantes huyeron despavoridos y cerraron las puertas de sus casas con llave. Pero Melody no se movió; algo le llamó mucho la atención. La calavera de la bandera era de color rosa.
En la lejanía, un grupo se acercaba desde el barco. Eran cinco piratas, todas chicas. La que parecía ser la capitana se le acercó y le dijo: ‘Hola, guapa, ¿cuál es tu nombre?’
Las piratas pasaron varias semanas en la isla, bebiendo y participando en las fiestas. Poco a poco, se fueron ganando la confianza de los habitantes, sobretodo de Melody. Una noche, la misma pirata que le había preguntado su nombre de le acercó y le dijo: ‘Mañana por la mañana no iremos. Debemos seguir buscando Narvina.’ Enseñándole el pulgar, la pirata siguió: ‘Tu también serás pirata algún día, seguro’
Acto seguido, la capitana le tendió a Melody una extraña fruta violácea, en forma de calabacín. A la mañana siguiente, las piratas se habían ido. Dándole un mordisco a aquella fruta, Melody se prometió que, algún día, se haría pirata y conseguiría aquel Narvina.
Pasó años descubriendo los extraños poderes que la Fruta del Diablo le había concedido, al igual que estudiando Narvina.
Al cumplir quince años, se paró en el muelle en uno de sus paseos matutinos. Allí estaba el barco que había comprado con una gran parte de la fortuna que sus padres, músicos de renombre, le habían dado. Con una sonrisa se fue a casa a coger su micrófono y su equipaje…