Hoja de Personaje
.:Datos básicos:.Nombre: Vincent Valentine, Génesis
Raza: Humano
Edad: 26
Afiliación: Pirata
Sexo: Varón
Profesión: Tirador // Nivel 1: 3 puntos
Cargo: Rango 10 (por defecto)
Recursos económicos: Clase Media-Alta.
Fruta del diablo: Yami-Yami No Mi
Efectos: Considerada única dentro de las de tipo Logia. Le permite al usuario transformarse y controlar la oscuridad y gravedad. El usuario puede absorber materia física y ataques, para poder lanzarlos de vuelta a otros, incluso la propia luz. El usuario también posee la habilidad de cancelar los poderes de otros usuarios de Frutas del Diablo cuando los toca.
Debilidades: La debilidad de esta fruta es que, a diferencia de las otras Logia, con las que cualquier ataque atraviesa el cuerpo del usuario sin causar daño, el usuario de la Yami Yami no mi es incapaz y tiene que soportar los golpes como pueda,esta debilidad es debido a la naturaleza de la oscuridad de absorberlo todo, incluso dolor.
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.:Datos Personales:.Descripción física: Vincent es un hombre con un cuerpo cuidado y entrenado, centrado en disciplinas de resistencia. Mide 1,84 m y pesa 78 kilogramos, teniendo una constitución fuerte y robusta, aunque no por ello menos estilizada. Su piel, blanca como la misma nieve, contrasta con el color negro zaíno de su pelo. No posee una musculatura excesivamente destacable, pues dada su profesión, no requiere demasiada, ésto podría llegar incluso a molestarle. Posee un rostro prácticamente inexpresivo con unas facciones muy poco afiladas. Sus ojos, algo rasgados, poseen una tonalidad rojiza que hace pensar que estén inyectados en sangre. Tiene un cabello largo, muy lacio y suave. Su piel al tacto es algo más fría de lo normal.
Descripción psicológica: Se trata de una persona muy callada, admiradora del silencio y la tranquilidad. A pesar de llevar unas botas de metal, su caminar no provoca apensa ruido y sabe pasar desapercibidido si se lo propone. Posee un estricto sentido del deber y la justicia, anteponiendo la vida humana a cualquier otro fin. Ésto parece chocas con su condición de pirata, pero se entiende si se tiene en cuenta que la marina asesinó a su padre cuando él era sólo un niño. Nunca dispara contra nadie si la situación no lo exige y prefiere utilizar disparos no-letales. Es respetuoso y encuentra dificultades para entablar amistad u otro tipo de vínculos con el resto de personas, pues no sabe abrirse. Por lo general, es frío.
Gustos: El silencio es su placer por excelencia. También adora sentir el viento y admirar una pistola.
Habilidades:Nombre en Japonés: Omoi Futsuudan
Nombre en Español: Bala Pesada
Descripción: Tras un salto o desde una posición elevada, Vincent utiliza su poder sobre la oscuridad para recubrir una bala y, cuando ésta es disparada (siempre y únicamente en trayectoria descendenteo inclinada hacia abajo), tiene una potencia superior, como efecto del aumento que la Tierra ejerce sobre ella, atrayéndola con mayor fuerza al incrementar la gravedad del objeto.
Armas Necesarias: Pistola
Cualidades:
Fuerza: Inferior
Resistencia: Superior
Agilidad: Neutro
Precisión: Superior
Carisma: Inferior
Inteligencia: Neutro
Percepción: Superior
Fuerza de Voluntad: Superior
Sueños o Metas: Sueña con convertirse en uno de los mejores tiradores del mundo, si no el mejor, y hayar el fin de La Marina, la cual la considera causante de las desgracias del mundo.
Equipamiento: Su equipamento consiste en un traje de cuero negro, con unas botas metálicas y un guante del mismo material para la siniestra. También viste una capa roja y una cinta del pelo del mismo color. Sus armas son una pistola de mano, con una potencia por encima de la media pero con sólo capacidad para tres balas; y un rifle con mira de precisión para una distancia muy larga (2 balas). También lleva municiones de ambas armas.
Historia: En un pequeño pueblo de las tierras nevadas, ula aldea donde luce el Sol diez veces al año y con suerte, nació un muchacho en el seno de una familia más o menos acomodada, hijo de un respetado hombre y una bella mujer. Ellos, llamados Génesis y Elizabeth, recibieron con suma alegría la venida de su zagal, al cual bautizaron como Vincent, en honor al abuelo, padre de Elizabeth. Génesis trabajaba en la vigilancia de la aldea, como tirador, encargado de mantener alejados de la aldea tanto a peligrosas fieras como a sanguinarios piratas, aunque bien podrían intercambiarse los calificativos. La aldea estaba regida no por La Marina, sino por un consistorio independiente, en el cual los propios aldeanos elegían a sus dirigentes entre los hombres más honrados de ésta, rotando cada año. Por otro lado, Elizabeth, no tenía más trabajo que encargarse de las labores del hogar y la labor de cuidar al hijo de ambos con todo el cariño posible.
Vincent tenía siete años cuando a su padre le llegó el turno de ocupar la responsabilidad de dirigir la aldea. Por éste motivo, abandonó su labor de vigilante durante el tiempo que su hegemonía durase, pasando todo su tiempo en el capitolio, sin pasar por casa ni siquiera para comer. Dadas las circunstancias, la amabilísima Elizabeth le hacía llegar por medio de Vincent, su alegre e inquieto hijo, la comida allí. Nadie podía imaginar que la paz estaba viviendo sus últimos días en aquella aldea.
Y el fin de la paz vino de la mano de los "Defensores de la paz mundial", La Marina. Llegó a la aldea un contingente de más de cincuenta hombres, los cuales iban armados con rifles y sables. Entraron violentamente en el capitolio de la aldea y llegaron hasta el lugar donde Génesis ejercía su temporal mandato, aprisionandole contra la pared con un sable y apuntándole a la sien con una pistola. Supuestamente, nadie más debería estar en aquel despacho, pero el pequeño Vincent había ido a llevarle la comida a su padre y, escondido como éste le había indicado, presenció toda la escena con los ojos como platos. El marine exigió a Génesis la absoluta e incondicional rendición del pueblo, cosa que el valiente y justo hombre, no aceptó, sabiendo que éso sería malo para la aldea. Sin pestañear, el marine apretó el gatillo y voló la cabeza de Génesis, salpicando la sangre sobre la comida encima de la mesa, la que había traido el niño que se ocultaba en el armario. La aldea, dirigida por el segundo al mando, se rindió y aceptó la sumisión a La Marina, quedando al mando del verdugo de Génesis.
El pequeño Vincent contó todo lo sucedido a su madre entre llantos, y ella trató de consolarle, pero no podía ninguno dejar de llorar. Tras varios días de tristeza, Vincent se ocutó detrás de un muro de frialdad, dejando desde ése momento de expresar emoción alguna, y juró venganza contra aquel hombre y el organismo al que representaba. Elizabeth, trató de detenerle, pues no quería que su hijo se rebajara al nivel de aquellos asesinos, por éso trató de detenerle, negándole el acceso a las armas de su padre.
Vincent tuvo suerte, y un hermano de Génesis, ansioso él también de una venganza pero demasiado cobarde para llevarla a cabo, decidió adiestrarle en el manejo de las armas, de fuego sobretodo. A los dieciseis años era capaz de disparar con sorprendente soltura y precisión. Cuando cumplió un año más, tomó una pistola de su tío y se dirigió al capitolio. El edil preguntó cuando Vincent llamó a la puerta, respondiéndole posteriormente con "Génesis". Lejos de imaginarse de quien se trataba, e dió paso, hayando una muerte rápida por un disparo certero en la frente.
Huyó deprisa hasta su casa, llevándose el disparo de un marine en la mano izquierda, sin consecuencias serias salvo una profunda cicatriz que aún hoy conserva. En la casa, Elizabeth se había enterado de los planes de su hijo y había huído, dejando una nota, mostrando su decepción ante el comportamiento de su hijo. Sintiéndose culpable, Vincent decidió cerrar aquel capítulo de su vida y empezar una nueva etapa. Voló de un disparo la cerradura de la puerta de la habitación de su difunto padre y tomó de allí varias cosas que le pertenecían a su progentitor, como su capa, la cinta del pelo, su pistola, su rifle, y una extraña fruta que allí había, la cual cogió como provisiones.
Corrió hacia el bosque, deshaciéndose de los marines que le salían al paso con disparos. Cuando los despitó, decidió que era el momento de recuperar fuerzas, y se comió la fruta. Se sintio extraño, y pasó un año entero por el bosque, descubriendo sus habilidades. Un viejo de una aldea le dijo lo básico de una Akuma no Mi, y cuando le informó de los poderes que él tenía, la tachó de rara, pues no acababa de encuadrar dentro de los estereotipos de logia ni paramecia.
Durante los años siguientes, vagó por ahí, ocultándose de los marines y cumpliendo una promesa que le hizo a su madre cuando leyó aquella nota, no volver a asesinar ni disparar letalmente si no es en defensa propia. Adoptó el nombre de su padre en su honor, presentándose normalmente como Génesis. En el momento en el que mató a aquel alto cargo de La Marina, se convirtió en enemigo de ésta, un pirata por tanto.
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